Cuando hablamos de lactancia materna, todos y todas nos imaginamos ese momento en el que el bebé llega al mundo y, por primera vez, le tenemos en brazos, pero hablar de una lactancia materna óptima empieza por situarnos en el punto en que decidimos, o no, libremente dar el pecho. Todo ello se produce desde el inicio del embarazo, momento en el cual sería importante recibir un buen acompañamiento ya que se trata de uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer y deberían poder ser disfrutados tanto por la madre como por su hijo o hija.

Acompañamiento positivo durante la lactancia

Los elementos básicos para dar apoyo y buen acompañamiento durante la lactancia pasan por comprender los sentimientos y pensamientos de la madre, la atención, la aceptación y el respeto por la intimidad que ella, y la familia, comparten. Para que se den todos estos factores, el asesoramiento que se recomienda debe llevarse a cabo de la siguiente manera: 

  • Adoptar una comunicación positiva de apoyo y acompañamiento hacia la madre por parte de su pareja, su familia, el personal sanitario y la sociedad general.   
  • Contar con personal sanitario que promueva la lactancia y cuente con preparación específica en ella, para así ofrecer los mejores conocimientos y la ayuda necesaria para resolver posibles dificultades y dudas de manera efectiva. 
  • Contar, desde los hospitales y los centros de salud, con pautas, protocolos y rutinas que fomenten la lactancia y la no separación madre-hijo o hija. 
  •      La lactancia óptima pasa por un trabajo personal por parte de las madres, es recomendable que las mujeres nos preparemos durante el embarazo y que nuestra pareja se implique en este proceso, ya que la lactancia debe ser comprendida por ambas partes. La asistencia a cursos específicos y a talleres mixtos en los que asisten madres embarazadas y madres con sus bebés lactantes, puede ser un apoyo fundamental.

Compartiendo experiencias

Ese acompañamiento y asesoramiento puede hacer que la experiencia de las madres sea óptima, evitando así que pasen por dificultades que podrían prevenirse. Las asesorías, cursos y talleres son la oportunidad de recibir apoyo con las técnicas correctas para una lactancia exitosa, porque los sentimientos de las madres, especialmente las primerizas, siguen siendo complejos.   

Hemos ido evolucionando a favor de conseguir una lactancia materna placentera, sin traumas, hay más información y más apoyo, pero muchas mujeres siguen viviendo la lactancia como un examen y se sienten culpables cuando no la aprueban con nota. 

La mayor parte de dificultades que conllevan el abandono ocurren en los primeros días, mientras madre e hijo, producción del pecho y demanda del bebé, se sincronizan y adaptan entre sí. Por eso, durante esos primeros días, se precisa de personal formado y competente, y de madres muy consecuentes para resolver las dificultades que puedan aparecer. 

Algunos datos sobre la lactancia materna

Actualmente los datos que se refieren a la lactancia materna son los siguientes; “La Asociación Española de Pediatría indica que las madres lactantes son casi el 70% en las primeras seis semanas de vida del bebé y un 50% a los seis meses de vida”.  

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia natural exclusiva durante los seis primeros meses de vida, por sus numerosos beneficios tanto para la salud del bebé (como un menor riesgo de infecciones y alergias) como de la madre, y en combinación con otros alimentos hasta los dos años”. 

En las primeras horas de vida del bebé, se debe asesorar y ayudar a la madre, decida lo que decida, y eso solo se puede conseguir con un buen acompañamiento para que tenga toda la información y pueda decidir lo que quiere hacer. Algunos datos contrastados en numerosas fuentes señalan la leche materna como el mejor alimento durante los primeros meses de vida ya que cubre las necesidades nutricionales para su adecuado crecimiento y desarrollo físico, y desde el punto de vista emocional le asegura el establecimiento de un buen vínculo madre-hijo o hija, así como una adecuada relación de apego seguro, ambos esenciales para un correcto desarrollo como persona independiente y segura. Por todo ello, la lactancia materna es considerada el método de referencia para la alimentación y crianza del lactante y el niño o niña pequeña. 

Los beneficios de la leche materna vienen determinados especialmente por su composición, que se adapta a las necesidades del lactante y varía a lo largo del proceso de lactancia, a lo largo del día, e incluso a lo largo de cada toma. 

Conectar emocionalmente durante la lactancia

Parte de los efectos beneficiosos que la lactancia materna ejerce sobre el desarrollo psicomotor del bebé o la bebé no están relacionados directamente con la composición de la leche sino con el acto de amamantar que conlleva una proximidad y contacto estrecho y frecuente madre-hijo o hija: el intercambio de miradas, el sentirse abrazado, efectos que pueden conseguirse con la toma de biberones igualmente si esto pasa también por recibir la información precisa de cómo hacerlo.    

El contacto piel con piel no sólo es importante para una buena instauración de la lactancia sino que ayuda al recién o la recién nacida a adaptarse mejor a la vida extrauterina y a establecer un vínculo afectivo con su madre. Por todo ello, el contacto precoz se debe fomentar en todos los recién nacidos independientemente del tipo de alimentación que vayan a recibir posteriormente. 

Lo más importante es que sepamos que tomemos la decisión que tomemos, tanto si queremos dar el pecho cómo usar biberones, el proceso debe partir de un buen acompañamiento. Solo si contamos con toda la información y nos sentimos arropadas y entendidas podremos hacer de ese momento algo más especial que el mero hecho de alimentar a nuestro hijo o hija, podremos generar un vínculo inquebrantable, ya que las decisiones que se toman en los inicios de la maternidad y paternidad son las que el día de mañana van a marcar una diferencia importante en nuestros hijos e hijas. Si nosotros y nosotras los adultos somos felices y consecuentes con las decisiones que tomamos es la transmisión diaria que les vamos a hacer. 

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